Espiral metálico plata 44 mm 5:1

Espiral metal Ø 44 5:1 plata

La encuadernación con espiral metálico se ha posicionado en los últimos años como el mejor método para archivar, presentar y conservar documentos en papel. Facilita la lectura, ya que permite pasar cómodamente las hojas, y refleja un acabado de presencia notable. Además, el proceso de encuadernado es muy práctico y sencillo.

Las espirales metálicas se consumen más que las de plástico, aunque se ofrecen en menor variedad de acabados. Son más maleables, fabricadas en hilo metálico de 900 micras, y pueden deformarse fácilmente. La longitud más habitual es de 32 centímetros, apta para encuadernar en el formato estándar de papel DIN-A4, de forma que sobran unos centímetros para cortar tras insertar la espiral. También es válido para encuadernar documentos en DIN-A3 en posición apaisada, ya que el lado más corto es igual que el más largo del DIN-A4. El paso 5:1 también es el formato más establecido en España, se refiere a que los agujeros de la encuadernación tienen una separación de 5 milímetros entre ellos, de forma que en una hoja DIN-A4 la encuadernadora perfora 59 agujeros circulares.

Como desventaja respecto al plástico, no se ofrece tanta variedad de hilos de colores para su fabricación, actualmente está disponible en negro, blanco, plata, rojo, verde y azul. El acabado plata de este espiral de encuadernación destaca por su brillo metalizado, que le da un aspecto más metálico que el resto de acabados. Es uno de los más utilizados para encuadernar cuadernos y libretas.

Los espirales de diámetro de 44 milímetros son los adecuados para encuadernar grandes gruesos de hasta 40 milímetros de lomo, lo que equivale a 400 hojas de papel del gramaje estándar de 80 g/m². Esta medida se extrae de que para pasar las hojas cómodamente es necesario un margen de 4 milímetros, dos por cada lado. Es importante tener en cuenta la medida de todo el grueso de la encuadernación, incluidas las portadas. El acto de pasar hojas es más cómodo al encuadernar con espiral, ya que permite un giro de 360 grados para facilitar la lectura.

El proceso de encuadernar o engargolar es muy sencillo, sólo hay que perforar las hojas con una máquina encuadernadora, en este caso en paso 5:1. Una vez perforadas las hojas y las portadas, se introduce el espiral por uno de los extremos y se gira para que vaya entrando y saliendo por cada uno de los agujeros. Este proceso también se puede acelerar con un rodillo insertador automático. Una vez introducido el espiral en todos los agujeros, la encuadernación o engargolado se finaliza doblando y cortando el espiral. Para este último paso es recomendable utilizar unos alicates que realizan un acabado perfecto "coil-lock" como el de las libretas y cuadernos.